jueves, 9 de abril de 2009

Mensaje Pascual - Primado Gregorio Venables



DIOCESIS ANGLICANA DE ARGENTINA
Obispo Primado Mons. Gregory Venables

Buenos Aires, 9 de Abril 2009



¡Saludos en el maravilloso nombre de nuestro Señor Jesucristo!

Estoy muy feliz de tener la oportunidad de escribirles en este tiempo de Pascua. ¡Qué bendición es servirles como su obispo y primado! Sylvia también les envía cariños como así también nuestros hijos y yernos que están sirviendo al Señor en Paraguay y Bolivia.

En el mundo de hoy sobra la incertidumbre. La mayor parte de las noticias están llenas de los problemas y las preocupaciones económicas. Acá en la Argentina, tenemos nuestros propios problemas, pero no debemos olvidar que el Señor nos ha mostrado su fidelidad una y otra vez. Como el Rey David dijo cuando enfrentó al gigante Goliat, “El Señor que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo.” (1Sam 17:37) De la misma manera, nosotros también podemos mirar atrás sobre nuestras luchas del pasado y decir, “El Señor es fiel”.

Cuando los guerreros de Israel vieron a Goliat, vieron a un hombre enorme y a un problema enorme. Pero David miró a Goliat de una manera distinta. En lugar de ver lo grande que era el gigante, vio lo grande que era Dios.

Al transitar esta sacudida global que nos toca vivir, es importante recordar que Dios no es sacudido. Él capturó el pecado y la muerte y nos libró de ellos. Cuando resucitó, compartió Su victoria con nosotros. No importa lo que el mundo nos arroje en nuestro camino, sabemos que podemos tener confianza en el Señor. Es especialmente alentador poder celebrar el hecho de que ¡ El resucitó!

1Cor.15:12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de ustedes que no hay resurrección? 13 Si no hay resurrección, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado. 14 Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes. 15 Aún mas, resultaríamos falsos testigos de Dios por haber testificado que Dios resucitó a Cristo, lo cual no habría sucedido, si en verdad los muertos no resucitan.16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado.17 Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados! 18 En este caso, también están perdidos los que murieron en Cristo.

Estamos llamados entonces a compartir las Buenas Noticias de Su resurrección y perdón. De hecho, Él nos dijo que se lo digamos a todo el mundo. ¡Si esto les parece una tarea difícil, lo es! Pero con Dios, todo es posible. Incluso que alguien pueda resucitar de la muerte.

Tengan por seguro, nuestras oraciones por todos ustedes mientras juntos buscamos la manera de cumplir con la maravillosa y desafiante instrucción de Jesús de ir y hacer discípulos a todas las naciones.
Su hermano y obispo,

+Greg