Agradecemoa a Dios primeramente y a todas las personas e instituciones que confian en la Iglesia para hacer llegar su ayuda a los damnificados del terremoto en el Sur chico del paìs.
Agradecemos la labor de los presbìteros,voluntarios laicos y seminaristas que dia a dia dan todo su esfuerzo para no parar en la ayuda a nuestros hermanos que en muchos casos lo han perdido todo.
¡¡DIOS LOS BENDIGA!!